segunda-feira, 28 de dezembro de 2009

CJ7 O BRINQUEDO MÁGICO













O FILME "CJ7 O BRINQUEDO MÁGICO" É UM "ET CHINÊS", MUITO LEGAL....
TODOS DIZEM QUE NO NATAL E FINAL DE ANO FICAMOS MAIS SENSÍVEIS, OU QUEM SABE FIÉIS A NOSSA HERANÇA CRISTÃ OCIDENTAL, MAIS MASOQUISTAS.... BEM POUCO IMPORTA.... O FATO É QUE ONTEM TENTANDO RECUPERAR OS EXCESSOS CAUSADOS PELOS ESPUMANTES E IGUARIAS NATALINAS, PEGUEI PARA ASSISTIR O FILME CJ7 O BRINQUEDO MÁGICO.
O FILME TRAZ A HISTÓRIA DE UM OPERÁRIO CHINÊS QUE RALA NA CONSTRUÇÃO CIVIL PARA PAGAR UMA ESCOLA PARTICULAR PARA O SEU FILHO, NA QUAL ELE É HUMILHADO E SEGREGADO PELOS COLEGAS METIDOS A BESTA .... OBVIAMENTE QUE CONHECEMOS MUITO BEM ESTA TRAMA ....  MAS, O FILME É BEM MAIS QUE ISSO, OS ATORES SÃO MARAVILHOSOS, O MENINO ARREBENTA COM A SUA EXPRESSIVIDADE, E O MELHOR, É O PRÓPRIO BRINQUEDO MÁGICO, QUE É UM  LINDO ETEZINHO, QUE LEMBRA OS MELHORES EXEMPLARES DA TOY ART (ACHO QUE FOI POR ISSO QUE ME APAIXONEI PELO FILME) E, ESTABELECE UM RELAÇÃO AFETIVA MUITO LEGAL COM O MENINO.
VEJAM E CONVIDEM AS CRIANÇAS..... ELAS VÃO ADORAR.


sexta-feira, 18 de dezembro de 2009

quinta-feira, 17 de dezembro de 2009

JEAN BAUDRILLARD NO LIVRO POWER INFERNO


“O desabamento das torres é o acontecimento simbólico maior. Imaginem se não tivessem desabado, ou que apenas uma delas desabasse, o efeito não seria de modo algum o mesmo. A prova gritante da fragilidade da potência mundial não teria sido a mesma. As torres, que eram o emblema dessa potência, ainda a encarnam nesse fim dramático, que lembra um suicídio”. 

sexta-feira, 11 de dezembro de 2009

MÁXIMO SOZZO - "ES RIDÍCULO SEGUIR PENSANDO EN POLICÍA Y CÁRCELES PARA GANARLE AL DELITO"

Máximo Sozzo es abogado, investigador y docente especializado en criminología. El pasado jueves dictó su primera clase sobre Política Criminal y Control del Delito en el marco de la Maestría en Derecho Penal que ofrece la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de la Patagonia.
En diálogo con Jornada, Sozzo propuso que, en materia de control del delito, es indispensable ver a la política criminal como parte de la política social.

-¿Por qué son más leves las penas en los delitos penales que en los administrativos?

-Entre el siglo XVIII y el siglo XIX los países centrales privilegiaron cierto tipo de hechos que calificaron como graves que merecen la pena: contra la propiedad y contra las personas.En cambio, los delitos vinculados a sujetos poderosos social, económica o políticamente han sido considerados delitos desde no hace más de sesenta años.A partir de ahí se ve cómo un problema el hecho de que esos acontecimientos ocasionan tantos daños sociales, o más, que los tradicionalmente considerados como delictivos, y sin embargo no lo eran; estaban considerados como ilícitos administrativos y a veces ni siquiera eso.

-¿Esto debería modificarse?

-Evidentemente las penas, tal como están estructuradas en el sistema penal argentino, son terriblemente monótonas. Respondemos a todos los problemas con los mismos remedios: la pena privativa de la libertad.
Me parece que eso es algo que debe ser cuestionado urgentemente.No podemos pensar que ese único estilo de intervención es adecuado para problemas tan diversos, que van desde un acto de corrupción de un funcionario público hasta el robo de un sándwich.

-¿Creés que alcanza con que aquellos funcionarios que cometieron un desfalco paguen de su bolsillo?
-Para esos delitos de sujetos poderosos, que cuentan con recursos económicos, responder con una pena pecuniaria puede no ser una buena opción del todo.
Quizá en esos casos se pueda pensar en la privación de la libertad, por ejemplo, que efectivamente sea vista por esos sujetos poderosos como un daño potencial. Porque si no el esquema disuasivo al cual se vincula la ley penal no tendría sentido.

-¿La pobreza incide en el aumento de la cantidad de delitos?
-No hay duda de que ciertas formas de marginación económica y social funcionan como una condición de posibilidad para que determinados individuos decidan cometer delitos. Pero esto no quiere decir que todos los actos delictivos sean causados por esa marginalidad.Otro elemento importante es que la marginación no es sólo un problema material porque a su vez está recubierto por otros procesos sociales y culturales que son indisociables.Entonces no es solo falta de recursos sino que la falta de recursos genera una forma de vida social que está sometida a otro montón de privaciones que no son sólo materiales.

El control del delito excede a la Policía. ¿Qué otros estamentos, que también son responsables, considerás que hoy están fallando a la hora de controlar el delito?
-Uno de los grandes problemas de las estrategias del control del delito contemporáneo en la Argentina es que se sigue pensando en torno de las instituciones tradicionales.Creemos que si el delito crece es porque la Justicia no funciona, las cárceles no funcionan, la Policía no funciona.Pero en el hecho de que el delito crezca también inciden otros factores que tienen que ver con los grandes procesos de transformación social, económica y cultural que han atravesado la vida contemporánea en los últimos treinta años.
Entonces parece ridículo seguir pensando que la batalla contra el delito se va a ganar invirtiendo en Policía, en Justicia penal y en prisiones.
Para pensar nuevos mecanismos de control del delito que sean efectivos es indispensable ver a la política criminal como parte de la política social y entender que lo que está en juego en el mundo contemporáneo es la reacción de la política ante la crisis de los lazos sociales. Las políticas educativa, social, laboral, de salud deben desarrollar acciones concretas dirigidas a esas poblaciones que padecen condiciones de vida que pueden funcionar como condiciones posibilidad para la comisión de actos delictivos. Que es lo que esas políticas hoy no hacen.

-¿Cuál es el efecto de aumentar la Policía en la calle?
-La presencia policial en las calles, produce, en el mejor de los casos, un efecto desplazamiento. En teoría, cumple un rol preventivo porque disuade a las personas de cometer un delito en el lugar donde está la presencia policial.
Y como no puede haber ciudades íntegramente vigiladas, los delitos no se cometen donde está la Policía sino en otro lugar.
La Policía se concentra en barrios de clase media alta y alta.Ahí se ve una ciudad dividida en dos: con espacios protegidos y espacios desprotegidos, con una Policía que concentra sus esfuerzos en evitar que los individuos indeseables invadan la ciudad protegida. Se sigue funcionando como una dotación de bomberos: acude a un lugar porque hay reclamo social allí y está durante un mes y después va a otro lugar.
El intelectual inglés Jeremy Bentham pensaba que el castigo, para que se justifique, tenía que se útil. Decía: “Si el mal que el delito ha ocasionado no va a ser reparado por el mal que la pena ocasiona, mejor no castigar”. Esta idea es terriblemente subversiva en relación a cómo se piensa hoy el castigo en la vida pública. Nadie reflexiona sobre castigar, ¿vale la pena?En Argentina, la forma de castigar es difícil de justificar. Nuestras penas privativas de la libertad producen desocialización, violencia, reincidencia. Se trata de darle una apariencia al público de que estamos haciendo algo efectivo, cuando en realidad estamos haciendo algo que nadie sabe muy bien para qué sirve.

JEAN BAUDRILLARD

AQUILO QUE CHAMAM "MORRER" NÃO É SENÃO ACABAR DE VIVER E O QUE CHAMAM "NASCER" É COMEÇAR A MORRER. E AQUILO QUE CHAMAM "VIVER" É MORRER VIVENDO. NÃO ESPERAMOS PELA MORTE: VIVEMOS COM ELA PERPETUAMENTE.

quarta-feira, 9 de dezembro de 2009

RELATÓRIO DIZ POLÍCIAS SP e RJ SÃO AS MAIS VIOLENTAS

A cada 23 pessoas presas, uma é morta pela polícia do Rio de Janeiro. Já em São Paulo, há uma vítima para cada 348 presos. Nos Estados Unidos, é preciso prender mais de 37 mil suspeitos para que haja uma morte. Os números foram divulgados pelo relatório da organização não governamental Human Rights Watch. Segundo a entidade, a maior causa dos altos índices é pelo fato de que muitos homicídios cometidos pelas polícias brasileiras, relatados como legítima defesa, são, na verdade, execuções extrajudiciais. A informação é da Agência Brasil.
Os dados divulgados pela organização contradizem pelo menos 51 dos mais de 11 mil casos registrados como auto de resistência seguido de morte pelos policiais, desde 2003. Em 33 casos, técnicas forenses vão contra as versões oficiais para os homicídios e em 17 mostram que a vítima recebeu um tiro à queima-roupa. O documento “Força Letal: Violência Policial e Segurança Pública no Rio de Janeiro e em São Paulo” também mostra que as polícias dos dois estados estão entre as que mais matam em todo mundo.
“Os policiais são autorizados a usar a força letal como o último recurso para se protegerem ou protegerem outros. Mas a noção de que esses homicídios seriam cometidos em legítima defesa ou seriam justificados pelos altos índices de criminalidade é insustentável”, afirmou o diretor da divisão das Américas da ONG, José Miguel Vivanco. Segundo a Human Rights, as polícias do Rio de Janeiro e de São Paulo matam juntas mais de mil pessoas por ano em supostos confrontos.
Embora os números não estejam contabilizados, o relatório também chama atenção para as mortes cometidas por policiais fora do expediente, “frequentemente quando agem como membros de milícia no Rio ou em grupos de extermínio em São Paulo”. A causa dos extermínios extrajudiciais, aponta o documento, são os sistemas de justiça penal nos dois estados que dependem de membros das próprias corporações para investigar as circunstâncias dos autos de resistência e que não conseguem responsabilizar os policiais por assassinato.
“Enquanto couber às polícias investigar a si mesmas, essas execuções continuarão. E os esforços legítimos de combater a violência serão enfraquecidos”, completa Vivanco. Elaborado com dados coletados em dois anos de pesquisa, o relatório traz entrevistas com cerca de 40 autoridades da Justiça criminal como promotores e procuradores, que também avaliam que as execuções extrajudicias nos dois estados são um problema generalizado.
Ao ser questionado sobre os dados da Human Rights, o secretário de Segurança Pública do Rio, José Mariano Beltrame, desqualificou a pesquisa da ONG taxando-a de “ideológica”. E justificou o elevado número de mortes cometidas em confronto, explicando que no estado três facções criminosas, fortemente armadas, brigam pelo controle do tráfico de drogas.
“Acho que essas instituições [como a Human Rights] não gostam de ouvir que aqui temos três facções criminosas, temos ideologia de facções e territórios armados sustentados por armas de guerras", disse Beltrame, após assinatura de convênio para integração de bancos de dados da área de segurança, na sede da secretaria.
Especialistas sugerem fiscalizaçãoO desafio de conter a violência policial nos estados do Rio de Janeiro e de São Paulo passa por melhorias na estrutura da Justiça criminal e também pela valorização da vida. A avaliação é do cientista social Paulo Jorge Ribeiro, professor da Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro, que comentou o relatório da Human Rights Watch nesta terça-feira (8/12).
“Todos têm direito à vida. Não importa quem seja. A vida é um bem e não um direito”, afirmou. “A letalidade não pode ser vista como necessária. É fundamental que os controladores sejam controlados, que as instituições que visam a punição e a prisão [de policiais] também sejam vigiadas por seus pares ou pela sociedade civil.”
No âmbito da punição dos agentes policiais, Ribeiro avalia que é preciso reformular as corregedoria e ouvidorias. “Os policiais cortam na própria carne, mas não como deveriam, porque não há a possibilidade de terem uma carreira autônoma. Se o policial começar a punir demais seus pares, automaticamente será isolado”.
O relatório da ONG internacional de defesa dos direitos humanos também aponta saídas para os crimes cometidos por policiais, como a notificação imediata ao Ministério Público do ocorrido e um reforço no sistema criminal para que os agentes sejam punidos, quando for o caso.
ENVIADO POR THIAGO VIAN

terça-feira, 1 de dezembro de 2009

Desobediencia Un film de Patricio Henriquez

Ese ruido...¿Lo oye tu?

Es el canto de la tierra.
Un canto de frustración y de rabia.

En el Norte como en el Sur,
millones de hombres, de mijeres y de
niños viven en condiciones intolerables.
Condiciones de miseria,
de violencia,
de explotación.

Son los huérfanos del Dios tecnológico.
Los olvidados del gran banquete de los
poderosos.

Estas son sus historias.
Le parecerán a veces espetaculares.
A veces, casi ordinarias.
Pero siempre, estremas

Ese ruido... ¿Lo oye tu?

Postado por Melissa (Chilenita!)